En el actual sistema de de libre mercado, las empresas son conscientes de la importancia que tiene la economía para su subsistencia y prosperidad. De ahí que muchas de ellas cuiden especialmente sus finanzas, porque se trata de la disciplina económica que las ayuda a gestionar adecuadamente el dinero y a obtener beneficios.
Así, para muchas de ellas es un área tan importante de su organigrama que incluso optan por reclutar a un especialista en dirección financiera para empresas que, además de liderar el trabajo en esta área, lo coordine adecuadamente con el resto de los departamentos.
¿Quieres conocer más sobre esta figura? ¡Sigue leyendo y te lo contamos todo!
La importancia de la dirección financiera en la estrategia empresarial
La lógica nos dice que no debemos gastar más dinero del que tenemos. Sin embargo, llevar la teoría a la práctica no siempre es sencillo, especialmente si hablamos de la administración de una empresa que cuenta con multitud de partidas diferentes en sus presupuestos y cuentas. La historia está plagada de grandes fortunas que se arruinaron por la toma de malas decisiones financieras, así que cada detalle puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Según un estudio publicado a finales de 2023, prácticamente 1 de cada 2 (49 %) pymes consideran un desafío su planificación financiera, ya que sus responsables creen que es un “reto” tener que actualizar sus previsiones y su planificación financiera. Problemas que podrían resolver fácilmente si contaran con un gestor financiero o un profesional a cargo de la dirección financiera de la empresa.
Pero… ¿qué es la dirección financiera de una empresa? Independientemente de si lidera un equipo de trabajo o realiza su labor en solitario, el director de finanzas es quien supervisa y gestiona todo lo relacionado con la economía de su organización. Por lo tanto, es una figura clave, porque asume la responsabilidad de controlar los flujos de dinero y de trabajar para que las cuentas siempre ofrezcan un balance positivo.
El papel de las finanzas en el crecimiento sostenible de las empresas
Los recursos no son infinitos, por lo que una gran inversión inicial no es garantía de buenos resultados en una empresa que acaba de empezar a andar, como una startup. En este sentido, uno de los conceptos claves al principio es la rentabilidad, ya que alcanzar el umbral en el que se ingresa más dinero que el que se gasta es fundamental para que la organización adquiera plena autonomía y pueda aspirar a crecer de forma sostenible en el futuro.
Al contar con profesionales en esta área, como un especialista en dirección financiera de empresas, la compañía puede minimizar sus gastos, incrementar sus ingresos y, por tanto, administrar correctamente su caja. Algo imprescindible para que su economía disfrute de un buen estado de salud y disponga en todo momento de efectivo para pagar sus facturas y plantearse la realización de nuevas inversiones.
El rol de la dirección financiera en la empresa
Si después de lo que acabamos de comentar te estás preguntando qué habilidades son necesarias para asumir la dirección financiera de una empresa, es importante que sepas que no solo basta con dominar los aspectos puramente económicos, como la contabilidad o la administración del dinero. En este caso, al asumir el puesto de máximo responsable de esta área, el profesional también debe adquirir competencias vinculadas al liderazgo y la organización estratégica.
Por un lado, ha de estar capacitado para dirigir equipos o grupos de trabajo, como puede ser un departamento de finanzas. Y, por el otro, también debe estar preparado para asumir las responsabilidades asociadas a su cargo y para coordinarse con el resto de los integrantes de la alta dirección. Fundamentalmente, para detectar las necesidades de la organización, reconocer patrones, analizar las tendencias y participar —junto al equipo responsable— en la toma de decisiones.
Son aptitudes profesionales y humanas que pueden encontrar los alumnos de nuestro Curso Superior en Dirección Financiera, Fiscal y Laboral. Se trata de un programa formativo creado para alcanzar la excelencia en estas tres áreas, por lo que se dirige a profesionales que buscan un ascenso o cambiar su carrera, emprender mediante la gestión y conocimiento de sus propias finanzas, actualizar sus conocimientos o complementar su formación con habilidades prácticas de gran utilidad. Así que, por ejemplo, es perfecto para ejercer en la dirección financiera de una empresa.

Conectando las finanzas con la estrategia empresarial
Como hemos venido comentando, el área financiera es uno de los pilares en los que se apoya la planificación estratégica de una organización. Además de dirigir sus diferentes procesos, la dirección financiera de una empresa debe trabajar para integrarlos adecuadamente con el resto de las operaciones de la compañía, para que cada departamento conozca los recursos de los que dispone y la estrategia esté correctamente alineada.
El primer paso para poder aspirar a hacer grandes cosas es disponer de una estabilidad financiera que otorgue a la compañía la liquidez que necesita para cubrir sus gastos más inmediatos, tener un flujo de caja positivo y disponer de fuentes de ingresos recurrentes y confiables. Por lo que la figura del gestor de finanzas aporta al resto de empleados la tranquilidad y confianza que necesitan para ayudar a crecer a su empresa.
Una vez logrado esto, el especialista puede centrarse en realizar buena planificación financiera para el medio y largo plazo, una labor para la que deberá combinar una dosis de realismo con cierta capacidad de previsión. En este caso, su objetivo será detectar los riegos a tiempo y establecer modelos predictivos que sean lo más precisos posibles, para que el resto de las áreas de la empresa puedan fijar metas alcanzables.
Cómo gestionar el capital para un crecimiento sostenible
En definitiva, la dirección financiera para empresas lidera la gestión y administración de los recursos económicos de la organización y mantiene informados al resto de departamentos, de forma que entre todos puedan diseñar una estrategia de crecimiento sostenible.
Es una labor que abarca tareas específicas, como:
- La gestión de la tesorería y de la liquidez, porque además de hacer un seguimiento diario del flujo de efectivo, permite contar con dinero para afrontar gastos imprevistos o aprovechar nuevas oportunidades de inversión.
- Llevar la contabilidad, para controlar los gastos y los ingresos, y tomar medidas para maximizar los beneficios.
- Realizar una planificación financiera estratégica para que la empresa mantenga su estabilidad desde el punto de vista económico y sea cada vez más rentable.
- Diversificar las fuentes de financiación, de forma que la organización cuente con una estructura de capital variada y pueda manejar adecuadamente sus deudas.
- Gestionar los riesgos, para que la empresa pueda proteger sus activos y mantener su estabilidad incluso en situaciones complicadas.
- Fomentar y desarrollar relaciones con inversores y fuentes de financiación, de forma que la organización tenga apoyos mediante líneas de crédito o emisión de acciones.
- Adoptar un enfoque de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) para la estrategia financiera de la empresa, priorizando las inversiones en proyectos verdes y sostenibles.
- Apostar por la innovación y la tecnología, a través de la utilización de herramientas y aplicaciones financieras novedosas que faciliten el trabajo y la toma de decisiones basadas en datos.
- Analizar y comunicar los resultados financieros de las estrategias puestas en marcha, para evaluar su efectividad y poder corregirlas o mejorarlas.
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