Siento ser quien diga esto: si quieres formar parte del mundo de la moda no solo tienes que saber de moda. Esto resulta una condición indispensable pero no única. La industria de la moda es una de las más grandes y lucrativas a nivel mundial, va mucho más allá de prendas y accesorios, de pasarelas y grandes nombres, y su comprensión se vuelve más y más complicada conforme aparecen más piezas en el puzle: su lenguaje no se compone solamente de retales, centímetros o patrones, ahora son necesarios amplios conocimientos empresariales (clientes, logística, mercados, tendencias, producción, etc.) y de gestión de proyectos (validación de hipótesis, lean startup, planificación o ejecución en tiempo) y ambos “salpimentados” con creatividad e inspiración. La pasión no es suficiente: hace falta prepararse.
«Dame 6 horas para cortar un árbol y pasaré 4 afilando el hacha” (Abraham Lincoln)
Sí, es mucho. Pero existen soluciones: ¿cómo se pasa a tener esa “foto completa”? Un máster en Dirección de Empresas de Moda es uno de los caminos para traducir la pasión por este enorme negocio en una participación destacada y de liderazgo en el mismo. Un curso que permita estudiar todas esas piezas tanto por separado como en su integración, en una mezcla que ha de ser innovadora para encontrar su hueco por parte de los nuevos entrantes; hay espacio, no “todo está inventado”.
Algo así es lo primero que digo en todos estos años teniendo el privilegio de dar clase del máster universitario en Dirección de Empresas de Moda de la Universidad Rey Juan Carlos y la Cámara de Comercio de Madrid. Que hay puertas, posibilidades, oportunidades, resquicios si se sabe mirar bien, y que vamos a centrarnos en ello. Que se puede. Currando mucho, pero se puede, y no solo “metiendo horas” sino con una preparación certera.
Entiendo que estudiar un máster puede dar cierta “pereza” de primeras. Además, este se desarrolla por la tarde, compaginándolo la gran mayoría con su trabajo. Es cierto, pero es mejor verlo justamente al revés: lo que de verdad da pereza es no aprovechar el talento, no ganar competencias cuando se puede y se tiene a mano. En este sentido, el curso supone un gran esfuerzo, sí, pero cada minuto es una inversión que se ve recompensada con creces.
Fashion Inspiration, asignatura del máster en Dirección de Empresas de Moda
Mi asignatura en concreto se llama “Fashion Inspiration”; en ella analizamos casos inspiradores, no siempre del ámbito fashion, con los que ilustrar lecciones de metodologías de creatividad e innovación que luego aplicamos a, ahora sí, casos de moda y a los proyectos de fin de máster de los propios alumnos. Es la manera de prepararse para el mundo que quieren conquistar.
Además, esta aplicación real de técnicas y enfoques de gestión de proyectos, que otorgan una visión distinta, unas “gafas” diferentes con las que mirar a la industria con otros ojos, toman en cuenta el resto de conocimientos de empresa que se estudian en las restantes asignaturas, de forma que pueden aplicarse a todo tipo de procesos.
Así, estudiamos bajo este prisma numerosos ejemplos aplicables, desde cómo evolucionaron los negocios de circo hasta teorías de gestión probadas en estudios universitarios, pasando por start ups que nos cuentan sus primeros pasos y animan a la clase, side projects inspiradores o incluso dibujos y exposiciones. Dialogamos mucho, abstrayendo las lecciones clave, y hacemos más, completando fichas persona, entrevistas de cliente, elevator pitch y otras herramientas.
Cada nueva edición es un nuevo reto, y resulta muy gratificante ver cómo los alumnos van dando sus pasos, aportando en diferentes compañías, cuando no la suya propia, y desarrollando todo tipo de productos y servicios. Cada año compruebo de primera mano cómo esas personas que entran por la puerta cargadas de ilusión van empleándola en transformar su mentalidad, resultando en personas más preparadas y, curiosamente (aunque no sea fruto de la casualidad) con una ilusión superior a aquella con la que empezaron, porque ahora saben más y están mejor posicionadas.
Del amor a la moda a una carrera significativa en ese mundo. De una forma de arte a un negocio dinámico y en constante evolución. ¿Quieres impactar y dejar tu huella?