A finales de 2022, la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) eligió como palabra del año a la expresión compleja Inteligencia Artificial. Según la definición del diccionario académico, es «la disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico».
Así, esta institución la escogió por su relevancia en los medios de comunicación en los citados 12 meses, además de por el debate social que ha generado y por sus consecuencias éticas. Situación que no sorprende, pues su crecimiento está siendo prácticamente exponencial en los primeros años de la década: tal y como destaca HubSpot, su mercado mundial apunta a multiplicarse por 20 en estos 10 años, acercándose a un valor de 2 billones de dólares en 2030.
Es por ello por lo que esta tecnología está señalada para cambiar el mundo. Y, en respuesta, las empresas están llamadas a sumarse cuanto antes a la transformación que también supone la Inteligencia Artificial (IA) para los negocios.
¿Qué es la Inteligencia Artificial para los negocios?
Para entender la utilidad de la Inteligencia Artificial para los negocios es necesario comprender antes sus fundamentos básicos. Podemos afirmar que es una tecnología computacional creada para imitar los procesos de la inteligencia humana mediante algoritmos. Por lo tanto, se vale de sistemas informáticos para, a partir de una serie de datos, crear códigos programados avanzados que puedan hacer tareas concretas.
Partiendo de esta razón de ser, la paulatina integración de la Inteligencia Artificial en la actividad humana está cambiando la forma en la que trabajamos o nos relacionamos con nuestro entorno. El ejemplo de ‘ChatGPT’, la aplicación más representativa de esta tecnología en la actualidad es demoledor, porque solo necesitó de dos meses tras su lanzamiento para alcanzar los 100 millones de usuarios activos. Un récord histórico de crecimiento que demuestra su relevancia y su capacidad para adaptarse a multitud de necesidades.
Entre ellas, el ámbito empresarial. Y es que, en un momento en el que la adecuada gestión de los datos es cada vez más importante, y donde la personalización y las experiencias tienen un enorme valor, la incorporación de la IA a las actividades de las compañías y organizaciones es una gran noticia. Fundamentalmente, porque la IA en los negocios tiene la capacidad de mejorar la forma en la que estas trabajan consiguiendo una mayor eficiencia, interactúan con sus clientes aumentando sus ventas y compiten en el exigente mercado mejorando sus resultados frente a sus competidores.
¿Cuáles son los beneficios de la Inteligencia Artificial para negocios?
Las posibles aplicaciones de la Inteligencia Artificial en los negocios son muy numerosas. Pero podemos destacar algunas maneras en las que las empresas pueden beneficiarse de esta tecnología:
Automatización de tareas
La IA en los negocios puede asumir la realización de tareas sencillas. De esta forma, los trabajadores no tienen que encargarse de ellas y disponen de más tiempo para realizar actividades más importantes para el negocio, lo que puede redundar en una mayor dedicación al cliente y por tanto un aumento de las ventas.
Mejora en la gestión del trabajo
Los asistentes virtuales pueden acompañar a los empleados en la realización de sus tareas, guiándoles a través de los procesos, ofreciéndoles recomendaciones y simplificando determinados aspectos. En consecuencia, la Inteligencia Artificial en los negocios puede ser sinónimo de un aumento progresivo de la productividad y eficiencia.
Optimización de los procesos de toma de decisiones
Se suele decir que el conocimiento es poder y las empresas tienen actualmente acceso a mucha información. La clave es saber cómo gestionar y analizar todo este Big Data, algo que pueden hacer rápidamente y con eficacia los algoritmos de Inteligencia Artificial. Una labor especialmente útil, ya que permite extraer premisas y conclusiones valiosas para tomar rápidamente decisiones informadas. Todo ello en un contexto empresarial que, no lo olvidemos, está en constante cambio. El retraso en la fecha para tomar una decisión por falta de información o seguridad en ella, supone anualmente cientos de miles de euros en pérdidas para las empresas.
Mayor personalización
Un informe de McKinsey señala que las empresas que utilizan estrategias de personalización eficientes ven crecer un 40 % más sus ingresos que las que no. Y la adición de la Inteligencia Artificial a los procesos de negocios es un refuerzo, porque ayuda a conocer mejor a los clientes (tanto en el entorno B2B como en el B2C), además de ofrecer recomendaciones y respuestas precisas en tiempo real. Es decir, para mejorar sus interacciones y crear experiencias únicas.
Reducción de los errores humanos y de los fallos en la producción
Esta tecnología también puede ofrecer beneficios en el seguimiento y control operativo, tanto de los empleados como de las líneas de producción de las empresas. La Inteligencia Artificial en los negocios puede supervisar los procesos para reducir o eliminar errores que cometen los humanos y detectar los posibles fallos o defectos que pueden surgir en los productos.
Incremento de la rentabilidad
La suma de todas las ventajas anteriores, o de solo algunas de ellas, ya supone un acicate para la rentabilidad de las empresas. Realizar tareas de forma más eficiente y rápida, tomar decisiones correctas en poco tiempo u ofrecer experiencias hiperpersonalizadas otorgan ventajas diferenciales y permite reducir los costes e incrementar los beneficios.
¿Qué papel juega la IA en los negocios?
Según cifras del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), 4 de cada 10 entidades de más de 249 trabajadores ya utilizaban en 2023 esta tecnología. Un dato considerablemente mayor que el 11,8 % que presentaban las compañías de más de 10 personas, si bien en este último caso, el crecimiento había sido de 4 puntos respecto al año previo.
Son resultados que pueden parecer algo discretos, aunque la perspectiva es que el papel que juega la IA en los negocios sea cada vez más importante. No en vano, en menos de un año (2023), las previsiones de crecimiento en la inversión en esta tecnología pasaron en España del 30 % al 60 %; y ahora se espera que 2024 sea un año decisivo para esta tecnología.
Quizá la clave esté en que su ritmo de crecimiento está siendo mayor que la capacidad de asimilación por parte de las propias organizaciones. Es más, se estima que solo el 8 % de las empresas españolas están preparadas para incorporar y aprovechar las soluciones de la Inteligencia Artificial en los negocios. Situación esta que concuerda con que únicamente el 16 % de las organizaciones le otorguen la máxima prioridad en su presupuesto de IT, a pesar de que el 83 % de los directivos y responsables de este segmento reconozcan que es una tecnología con un impacto significativo en sus operaciones de negocio.
Detrás de esta maduración algo lenta están los retos que plantea su integración. Es decir, factores como sus elevados costes iniciales, su baja rentabilidad a corto plazo, la necesidad de formar empleados, la ausencia de regulación o el temor a riesgos de seguridad. De ahí la importancia de afrontarlos cuanto antes con decisión, porque no subirse ya al tren de la IA es perder mucho terreno en un mercado tremendamente exigente y que no espera a nadie.
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En definitiva, es el momento de perder el miedo a la IA y de acercarse a ella para conocerla. Porque es abrir una puerta a un mundo de posibilidades, en el que ya se encuentran muchas de las empresas más importantes del mundo, como Google, Amazon o Microsoft, y donde ya se toman decisiones importantes de negocio.
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