El dinero es un recurso básico para las empresas. Con él, pueden mantener y desarrollar sus actividades, pagar a sus empleados y poner en marcha sus nuevos proyectos. Por lo que la gestión financiera es un aspecto fundamental para que puedan realizar con éxito sus negocios y aspirar a crecer. Esta les permite llevar un control de sus cuentas y cumplir las normas, con el propósito de ser cada vez más rentables y generar grandes beneficios.
Así, uno de sus aspectos más importantes es el plan de tesorería de una empresa, el cual se encarga de controlar todos sus movimientos de dinero y, por tanto, de garantizar que dispone de liquidez para afrontar sus pagos. Razones por las que juega un papel vital para evitar problemas financieros a corto plazo.
¿Qué es el Plan de Tesorería y por qué es clave para la empresa?
Podemos definir el plan de tesorería de una organización como un documento en el que se realiza una previsión, para un período determinado (que puede ser de un mes, tres, seis o incluso un año), de sus cobros y pagos. Su valor está en que permite que el departamento financiero o administrador principal de la compañía lleve un control de la situación económica y pueda tomar decisiones con antelación para poder satisfacer los requisitos o necesidades futuras.
Otro detalle para tener en cuenta es que una organización no debe elaborarlo a largo plazo, porque sus cuentas pueden experimentar cambios que dejen desfasado este plan de tesorería. En realidad, es un plan pensado para tener liquidez en el período previsto, garantizando que se puede operar con normalidad en el día a día y responder ante los compromisos de pago y acreedores.
Elementos clave del plan de Tesorería
Cualquier buen ejemplo de tesorería de una empresa debe considerar varios aspectos. Son los que detallamos a continuación.
Análisis inicial de la situación financiera
Hay que conocer el punto de partida, haciendo inventario de los efectivos disponible y del dinero que hay en caja, detallando los ingresos y gastos actuales, y averiguando si hay alguna deuda pendiente de vencer.
Fijar unos objetivos financieros
La primera meta de la tesorería de una empresa es asegurar su estabilidad económica, para a partir de ahí tratar de generar rentabilidad. Pero es básico que la afronte desde una perspectiva realista, centrándose en obtener un saldo positivo al finalizar el periodo de previsión.
Proyección de los flujos de caja que se van a producir
La disponibilidad de dinero en efectivo es fundamental, de forma que se tienen que detallar las entradas y salidas que se van a producir en el plazo marcado. Esto incluye los ingresos operativos, no operativos, financieros y únicos; además de los gastos operativos, financieros, extraordinarios o que se vayan a realizar para actividades fundamentales, como la propia administración o el marketing.
Planificar los pagos y cobros
La previsión de tesorería de una empresa necesita conocer con exactitud cuándo y cómo se van a producir los cobros. Esto es importante si los pagos se producirán a plazos y su vencimiento total es a largo plazo. Y, de igual forma, también se debe determinar con los pagos, porque concretar las fechas de vencimiento de las obligaciones la ayudará a priorizar aquellos que no podrán posponerse (como los salarios de los empleados).
Identificar los riesgos
Cualquier previsión de este tipo se ve afectada por factores externos, así que la empresa debe estar siempre preparada para lo peor. En finanzas se pueden identificar varios tipos de riesgos, de los que hablaremos más adelante. Y determinar cuáles de ellos son los que más importantes hará que pueda prepararse con antelación. Algo que no es sencillo, pero que actualmente puede hacerse con cierta precisión gracias al uso de tecnología basada en la Inteligencia Artificial, el Big Data y el Machine Learning.
Elaborar un presupuesto detallado
Cuanto más preciso sea el plan de tesorería de una empresa, mejor preparada estará esta para lo que venga en el futuro. Es importante identificar y detallar cada partida para que más adelante no se produzcan desajustes que alteren o incluso den al traste con todas las previsiones.
Llevar un control de los flujos de caja y de la situación del plan de tesorería
Este documento tiene que estar muy presente en el día a día de la empresa. Requiere de revisiones y actualizaciones constantes para comprobar si las proyecciones iniciales coinciden con los resultados posteriores, identificar las desviaciones que se produzcan y tomar medidas para ajustar la estrategia (en el caso de resultar necesario). Por eso, es aconsejable utilizar con programas o herramientas de software que se encarguen de automatizar el seguimiento y de realizar la monitorización.
Establecer unos fondos de reserva
La organización debe tener un cierto margen económico para poder maniobrar ante cualquier contingencia o imprevisto. Aunque pueden optar a créditos, disponer en todo momento de saldo efectivo garantiza que puedan absorber déficits y hacer frente a cualquier pago que se presente de forma repentina. Y, para poder respirar con tranquilidad, lo recomendable es que la compañía reserve como poco el dinero equivalente a entre 3 y 6 meses de gastos. Aunque, según JPMorgan, esto no siempre se cumple: uno de sus estudios, realizado sobre 597.000 pequeñas empresas, determinó que aproximadamente la mitad de ellas tienen un saldo de caja promedio equivalente a 27 días o menos.
Fijar una política de inversiones destinada a obtener rentabilidad
El plan de tesorería de la empresa también puede incluir un tipo de estrategia de más a largo plazo y que invierta parte del dinero disponible. Si se realiza de forma correcta, puede acabar generando beneficios y rentabilidad; pero es importante que no se asuman más riesgos de los necesarios y que la cantidad puesta en juego no comprometa la liquidez de la compañía.
Analizar los flujos históricos de la empresa
Al elaborar cada plan, los responsables de la tesorería de la empresa deben considerar los resultados de los anteriores. Si echan la vista atrás, podrán detectar patrones y tendencias en, por ejemplo, sus flujos de efectivo, por lo que podrán tomar decisiones informadas y evitar errores pasados.
Colaborar con otros departamentos
El plan de tesorería de una empresa es responsabilidad directa de su departamento financiero, pero para elaborarlo necesita de la colaboración del resto de la organización. La transparencia y cooperación son claves para que los responsables económicos dispongan de datos precisos y puedan anticipar las necesidades futuras. Y, por supuesto, también para que este documento esté alineado con su estrategia de crecimiento.

Estrategias para optimizar la liquidez empresarial
Para que pueda cumplir con su propósito, el plan de tesorería de una empresa no solo debe mostrar con precisión su situación financiera y sus previsiones económicas a corto plazo. También debe encajar adecuadamente con una serie de protocolos o estrategias que aseguren la disponibilidad de efectivo:
Algunas de ellas son:
- Gestionar adecuadamente los inventarios, porque tener exceso de stock es costoso y la ausencia de este puede causar gastos imprevistos.
- Optimizar los procesos de cobro, para que sean claros y rápidos. Y también es importante identificar aquellos clientes que tiendan a retrasarse en sus pagos, para tomar medidas que incrementen las garantías.
- Priorizar la venta al contado para no depender en exceso de activos poco líquidos.
- Renegociar acuerdos con proveedores, como plazos de pago, precios o condiciones de compra. Esto permitirá actualizar las condiciones y operar con mayor flexibilidad en mercados muy cambiantes.
- Recortar gastos innecesarios, identificando partidas querealmente no seannecesarias para desarrollar la actividad de la empresa y que puedan estar lastrando sus cuentas.
- Aprovechar las diferentes opciones de financiación, viéndolas como un recurso, no como una solución para los problemas.
- Llevar un control constante de las cuentas que se deben pagar y cobrar, utilizando un software que detalle con precisión todas estas partidas y que permita realizar fácilmente las gestiones más importantes.
- Diversificar las fuentes de ingresos, para no depender de pocos pagadores y contar con alternativas fiables en situaciones de crisis o de impagos puntuales.
- Fijar precios adecuados, ajustándolos a la oferta y demanda del momento y a las características del mercado. Esto asegurará la competitividad de la empresa y ayudará a incrementar sus ventas.
Riesgos asociados a una gestión deficiente de la tesorería
Si el plan de tesorería no se realiza de forma adecuada, la empresa puede toparse con varios problemas durante el desarrollo de su actividad. Hay varios tipos:
- Riesgos financieros: se refieren a la ausencia de liquidez de la compañía, de forma que no pueda hacer frente a sus compromisos de gasto en los plazos establecidos.
- Riesgos de mercado: como hemos señalado, los mercados cambian y pueden producirse variaciones en sus condiciones que tengan un impacto importante en las estrategias de negocios de las empresas. Algunos ejemplos son incremento de los costes logísticos, modificaciones en las tasas de interés de los préstamos o subida de los precios de las materias primas.
- Riesgos de crédito: son los asociados a los problemas de un cliente o proveedor para cumplir con sus obligaciones contractuales con la empresa.
- Riesgos operacionales: están relacionados con los problemas internos que puedan surgir en la organización a la hora de operar, por lo que abarcan errores humanos, tecnológicos o fraudes.
- Riesgos reputacionales: el valor de una empresa y sus resultados financieros pueden verse afectados si la empresa es percibida de forma negativa por su entorno social.
- Riesgos de tipo de cambio: afecta a las compañías que operan en varias divisas, porque las fluctuaciones en los tipos de cambio también pueden afectar a sus flujos de efectivo y a su rentabilidad.
- Riesgos fiscales: si no cumplen con sus obligaciones fiscales (principalmente, el pago de impuestos), las empresas pueden ser multadas o sancionadas.
- Riesgos de insolvencia: si la compañía no puede hacer frente a sus deudas a largo plazo, puede ver disminuida su calificación crediticia e incluso entrar en un proceso de reestructuración o de liquidación.
La importancia de la formación en la Gestión del Plan de Tesorería
Saber lo importante que es el plan de tesorería de una empresa seguramente te ayude a entender las razones por las que el perfil de especialista financiero tiene una alta demanda en el mercado laboral. Según datos de finales de 2024, los salarios en esta área son un 81 % más altos que la media nacional y la tendencia actual es incorporar perfiles con competencias técnicas que garanticen el manejo de las nuevas herramientas y la realización de buenos análisis de datos.
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- Curso de Grado Medio de Técnico en Gestión Administrativa. Se realiza en modalidad presencial para que el alumno sea capaz de realizar actividades de apoyo administrativo en el ámbito laboral, contable, comercial, financiero o fiscal, así como de ofrecer atención al cliente o usuario en el marco de la normativa de prevención de riesgos laborales y de protección ambiental.
- Curso de Técnico Superior en Administración y Finanzas (Presencial). A través de clases presenciales, el alumno adquiere las habilidades y capacidades para hacerse cargo de la administración y gestión de personal en una empresa, así como de sus operaciones económico-financieras y de la información. Por lo tanto, también podrá asesorar a clientes o usuarios para la realización de trámites administrativos con las administraciones públicas o incluso ejercer por libre una actividad económica, como en una asesoría financiera o laboral.
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